Geometría: formas puras y monocromas que pueblan el universo onírico creado por Jordan, y que se relacionan indiscriminadamente con otras menos sublimes y perfectas.
Ilustración: dominio expresivo de Doré. Punto de partida de muchas de sus obras.
Globos: remiten a Verne, a sus ilustradores, a Zeman y la relatos de ciencia ficción y de aventuras decimonónicos. Se elevan, como los objetos con alas, como las aves y las mariposas que pueblan los poemas visuales de Jordan, y escapan de lo terrenal en dirección al mundo astral, al hogar de los sueños. Protagonistas en Sophie´s place.
Arriba: ilustración de Leon Bennet
Arriba: Tilly Losch (Cornell, 1935)
Grabado: fuente inagotable de imágenes. Jordan los coleccionaba de metal, como los de Charles Heath, pionero en este campo.
Hagia Sofía: uno de los escenarios recurrentes en Sophie´s place. Un guiño al título del largometraje, lugar de culto y diapasón místico, que contrasta con las referencias científicas y se complementa con las imágenes esotéricas.
Ilustración de Doré para la Historia de las cruzadas
Magia: cinematográfica, a través del montaje. Remite al pasado, a la ilusión óptica (el cine lo es) de Méliès, al mundo del espectáculo y a los sueños. Ver su pantomima titulada Hildur and the magician (1969).
Arriba: Un homme de tetes (G. Mèliés, 1989)
Mano: apéndice descomunal que irrumpe en escena y actúa con resolución y eficacia con consecuencias imprevisibles, como si de un deus ex machina se tratara. Presente en la obra de Ernst, elemento fetiche de los surrealistas desde Un chien andalou (1928) y fundamental en Meshes of the afternoon, que bebe directamente de estos.
Arriba: Oedipus rex (M. Ernst, 1922)
Mariposa: variante del ave, más delicada, meliflua y mélica; exclusiva de Jordan.
Médicas (ilustraciones): entre otras cosas, Larry Jordan colecciona libros de ilustraciones médicas. Contrapone la perfección de la formas ondulantes de las ilustraciones anatómicas (clásicas, por supuesto, las de Andreas Vesalius) con la rigidez de las figuras geométricas (curva vs recta, algo ya visto en 2001: a space odissey, 1968). Un doble guiño al academicismo.
Ilustración de Andreas Vesalius
Música: la de Eric Satie en Carabosse, Moonlight sonata y en Gymnopedies. Otras serán Mahler, Albinoni o Vivaldi. Melódica, armónica, clásica y adormecedora. Consolida en buena medida la atmósfera nocturna, el umbral de los sueños.
Nostalgia: la noche, la música, las imágenes de tiempos pretéritos. La obra de Jordan nace como una proyección hacia el pasado, una mirada nostálgica e ingenua a un universo enigmático e irrecuperable que revive momentáneamente a través de los sueños.
Objeto: verdaderos protagonistas de las películas de Jordan, ya que narran la vida animada de los objetos (una de las claves del cine de Svankmajer, surrealista confeso). Ya el surrealismo les presta especial atención tanto por su funcionalidad como símbolos y fetiches como por sus posibilidades como portadores de connotaciones sexuales. Bajo la batuta de Jordan, los objetos actúan como seres vivos y los humanos como objetos inertes.
Paisaje: al igual que Deren en Ritual in transfigured time, Jordan combina los espacios anacrónicos. Castillos y palacios artúricos se alternan con jardines, catedrales, ciudades, edificios victorianos, bosques y viejos laboratorios. La correspondencia temporal brilla por su ausencia, alimentando la atmósfera onírica y enriqueciendo el sentimiento de nostalgia de tiempos pasados. Jordan afirma: "The imagery in my animated films has always concerned unknown continents and landscapes of the mind."
Arriba: Ritual in transfigured time
Rostro: inexpresivos, acartonados y deshumanizados, al contrario que los objetos.
Tarot: la iconografía onírica de esta baraja tan preciada para Jung se deja vislumbrar en ocasiones.
Victoriana (época): fuente inagotable de imágenes que también atrajo a Cornell. Su arquitectura, su moda, sus grabados, sus juguetes, su ciencia, su arte. Un periodo cautivador.
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