viernes, 14 de diciembre de 2007

¡¡POR FIN!!

Uno de los mejores animes de la historia (Zonadvd: a partir del 9 de Enero):

miércoles, 12 de diciembre de 2007

LARRY JORDAN (5 de 5)

Sophie´s place:
Hasta la fecha, el proyecto más ambiciosos en el que Jordan se ha visto envuelto. Un largometraje de 84 minutos que le llevó cinco años y que el autor bautizó an "alchemical autobiography." Sophie´s place pertenece a esa rara clase de largometrajes realizados por un (solo) artesano que procede paciente y minuciosamente hasta configurar una obra personalísima cuya producción se prolonga a veces durante varios años; tal es el caso de Midori (1992), Chronopolis (1982), Le théatre de Monsieur et Madame Kabal (1967), Ubu et la grande gidouille (1979) o la mencionada Heaven and Earth magic.
Arriba: Chronopolis
La película lleva hasta la últimas consecuencias la técnica del collage que el autor venía desarrollando durante tres décadas. Representa su culminación. El discurso se construye en torno al diálogo entre dos escenarios iniciales (landscapes of the mind), un jardín edénico, de resonancias victorainas ("The blazing garden as metaphor for the cycle of life, se ha escrito sobre Hymn in praise of the sun, un corto de Jordan de 1960 que celebra el nacimiento de su hija) y el interior de Hagia Sophia (de la que ya se habla brevemente en la segunda parte del artículo dedicado a Azur y Asmar), edificio emblemático que pasó de catedral cristiana a mezquita y de ahí a museo ecuménico. A partir de este momento, la técnica narrativa es relativamente sencilla, consiste básicamente en un diálogo de símbolos que se desborda y vuelve a su cauce continuamente. Comienza con reposado jardín, en el que destaca la figura de una niña y de una mujer (¿madre, institutriz?) que nos da la espalda. A continuación, entra en escena el enigmático globo con rostro humano. Partiendo de sólo dos figuras, el diálogo se enriquece poco a poco con nuevos interlocutores y cambios de escenario, que desaparecen y reaparecen según el instinto del propio creador, que habla así de su obra: “Totally unplanned, unrehearsed development of scenes under the camera, yet with more "continuity" than any of my previous animations, while meditating on some phase of my life.”
Hay, desde luego, figuras recurrentes, unificadoras, como ya se ha explicado anteriormente. Un globo aerostático de ojos tristes. Un otomano. Una mano descomunal. Y las diferentes encarnaciones de Sophia, símbolo griego y gnóstico de la sabiduría espiritual.
Hay, desluego, figuras recurrentes, unificadoras, como ya se ha explicado anteriormente. Un globo aerostático de ojos tristes. Un otomano. Una mano descomunal. Y las diferentes encarnacioens de Sophia, símbolo griego y gnóstico de la sabiduría espiritual.
A veces recurre a violentos zooms dentro-fuera, y a continuación pasa a descomponer un organismo complejo de infinitas piezas minúsculas. Es un proceso de deconstrucción que actúa de profiláctico contra la mirada aprehensora del ojo ilustrado, similar al de Our lady of the spheres, que combina un montaje vertiginoso con el sonido regular de un estridente timbre para romper la concentración del espectador.
A veces recurre a violentos zooms dentro-fuera y a continuación pasa a descomponer un organismo complejo de infinats piezas minúsculas. Es un proceso de decosntrucción que actúa de profiláctico contra la mirada aprehensora del ojo ilustrado, similar al de Our lady of the spheres, que combina un montaje vertiginoso con el sonido regular de un estridente timbre para romper la concentración del espectador.
Los destellos mágico-místico-esotéricos son más deslumbrantes que en cualquiera de los trabajos anteriorres de Jordan. Las figuras enigmáiicas, de gran vigor simbólico, se suceden y se combinan envueltas en una suerte de áurea mística que irradian en los momentos de clímax alquímico. A veces, se unen para crear composiciones con ríbetes crípticos, recordando vagamete a las vistas en Heaven and Earth magic. Las formas geométricas puras: cubos, esferas, conos... se entrelazan en un baile grotesco con otros objetos, figuras humanas e híbridos como ob jetos alados o mujeres con cabeza de astro. Los cadáveres de las ilustraciones médicas se pasean de un lado a otro con ademán autoritario. Se presiente un falso orden en el desorden, en el que todos tienen algo que decir.
Los destellos mágico-místico-esotéricos son más deslumbrantes que en cualquiera de los trabajos anteriores de Jordan. Las figuras enigmáticas, de gran vigor simbólico, se suceden y se combinan envueltas en una suerte de áurea mística que irradian en los momentos de clímax alquímico. A veces, se unen para crear composiciones con ribetes crípticos, recordando vagamente a las vistas en Heaven and Earth magic. Las formas geométricas puras: cubos, esferas, conos… se entrelazan en un baile grotesco con otros objetos, figuras humanas e híbridos como objetos alados o mujeres con cabeza de astro. Los cadáveres de las ilustraciones médicas se pasean de un lado a otro con ademán autoritario. Se presiente un falso orden en el desorden, en el que todos tienen algo que decir.
Al final, la ciencia y la fe parecen fundirse al volver al escenario del jardín edénico con que se abre la película, "Sophie´s place", el lugar/ sitio/ hogar (el Edén) de Sofía (la encarnación de la Sabiduría). Una frenética superposición de figuras geométricas, que se agrupan en composiciones equilibradas y de apariencia pseudomística, hermética, similares a deidades perfectas y deshumanizadas, proporcionan una alucinación como puerta hacia el mundo trascendental, hacia la perfección espiritual que busca la alquimia, como ya asistiéramos en 2001: a space odissey.
Al final, la ciencia y la fe parecen fundirse al volver al escenario primordial del jardín edénico con que se abre la película, "Sophie´s place", el lugar/sitio/hogar (el Edén) de Sofía (la encarnación de la Sabiduría). Una frenética superposición de figuras geométricas, que se agrupan en composiciones equilibradas y de apariencia pseudomística, hermética, similares a deidades perfectas y deshumanizadas, proporcionan un alucinación como puerta hacia el mundo trascendental, hacia la perfección espiritual que busca la alquimia, como ya asistiéramos en 2001: a space odissey.
2001 (1968)
Por último, la música, que contrariamente al uso de partituras cláscias al que nos tenía acostumbrados, pasa aquí a una suerte de campaneo débil y monótono de campanillas y cencerros, que recuerda bastante a la música compuesta por Teji Ito para The very eye of the night. Por fin, dejemos que sea el propio autor quien hable sobre su obra con estas reveladoras palabras: Por último, la música, que contrariamente al uso de partituras clásicas a las que nos tenía acostumbrados, pasa aquí a un suerte de campaneo débil y monótono de campanillas y cencerros, que recuerda bastante a la música compuesta por Teji Ito para The very eye of the night. Por fin, dejemos que sea el propio autor quien hable sobre su obra con estas reveladoras palabras: “A culmination of five years' work. Full hand-painted cut-out animation.. I call it an "alchemical autobiography." The film begins in a paradisiacal garden. It then proceeds to the interior of the Mosque of St. Sophia. More and more the film develops into episodes centering around one form or another of Sophia, an early Greek and Gnostic embodiment of spiritual wisdom. She is seen emanating light waves and symbolic objects. (But I must emphasize that I do not know the exact significance of any of the symbols in the film any more than I know the meaning of my dreams, nor do I know the meaning of the episodes. I hope that they - the symbols and the episodes - set off poetic associations in the viewer. I mean them to be entirely open to the viewer's own interpretation.)” (extracto de la descripción de Sophie´s place incluida en la página de Canyon Cinema).
Desaprender a mirar: tal vez sea eso a lo que Brakhage se refiere cuando habla de eso untutored eye. Parender a mirar el mundo que nos rodea de otra forma, esa sería una forma simple de formularlo. En cualquier caso, proponer otra forma de mirar, y por ende, de entender el mundo, mediante el cine. ¿No es esta una traslación del hecho poético? Apuntar con el dedo, con la pluma en este caso, a los objetos cotidianos, hacia lo insignificante; presentarlos ante nuestros ojos de modo que parezcan distintos, ofreciendo una perspectiva desde la que nunca se nos hubiera ocurrido mirar. El objeto paracerá cubierto de una pátina de novedad, parecerá, será, un objeto distinto, será otro objeto.
tal vez sea eso a lo que Brakhage se refiere cuando habla de ese untutored eye. Aprender a mirar el mundo que nos rodea de otra forma, esa sería una forma simple de formularlo. En cualquier caso, proponer otra forma de mirar, y por ende, de entender el mundo, mediante el cine. ¿No esta una traslación del hecho poético? Apuntar con el dedo, con la pluma en este caso, a los objetos cotidianos, hacia lo insignificante; presentarlos ante nuestros ojos de modo que parezcan distintos, ofreciendo una perspectiva desde la que nunca se nos hubiera ocurrido mirar. El objeto parecerá cubierto con una pátina de novedad, parecerá, será, un objeto distinto, será otro objeto.
Dog star man
Ese cosquilleo, ese hormigueo sensorial, conceptual, que produce el extrañamiento, es uno de los síntomas más notables de este hacer. Jordan narra la vida secreta de los objetos, de cómo cobran vida y culminan su simbiosis con organismos vivos. En su limitado movimiento, se comportan como seres vivos, imitan sus maneras. Por contra, los humanos, de movimientos limitados y acartonados, devienen objetos.
Ese cosquilleo, ese hormigueo sensorial, conceptual, que produce el extrañamiento, es uno de uno de los síntomas más notables de este hacer. Jordan narra la vida secreta de los objetos, de cómo cobran vida y culminan su simbiosis con organismos vivos. En su limitado movimiento, se comportan como seres vivos, imitan sus maneras. Por contra los humanos, de movimientos limitados y acartonados, devienen objetos.

Cómo ver una película de Larry Jordan: el título de este epígrafe parece la antesala de un consejo estúpido; nada más cierto. Voy a sustituir una parrafada de frases intrincadas y floridas por una afirmación un tanto más simple. Mientras investigaba sobre el autor, he tenido que ver, como parte del trabajo de documentación, películas de autores como Stan Brakhage, John Whitney, Harry Smith o el propio Jordan, cineastas todos ellos sobre los que en algún momento había oído hablar pero a los que nunca me había acercado debidamente por encontrarse en las antípodas del concepto tradicional (entiéndase popular) de animación. Cinco minutos de metraje de cualquiera de estos autores puede resultar un auténtico martirio para aquellos, como es mi caso, poco familiarizados con el cine experimental, con sus convenciones, con su escritura. A veces, estas obras apelan a disciplinas adyacentes como la música, la pintura abstracta, la geometría, la arquitectura o incluso las ciencias ocultas. Dicho esto, no creo que sea necesario ser un experto en ninguna de estas materias para poder disfrutar de los cortos de Jordan. Esta necesidad está más propia del crítico, de aquel que intenta entender el funcionamiento de la obra objeto de su crítica, y que no parece ser el espectador al que Jordan dirige su obra (si es que lo hace para alguien). El consejo es simple: sentarse frente a la pantalla sin ningún tipo de prejuicio y dejarse llevar, sin más. Puede que esa sea la mejor manera de acercase a la obra en cuestión, dejarse arrastrar por el flujo de imágenes sin intentar comprender lo que hay detrás (nadie nos asegura que haya algo, recordemos: “I do not know the exact significance of any of the symbols in the film”). Si despiertan algún tipo de interés, de sensación, de asociación inesperada, entonces bien; si no lo hacen, también bien; no creo que ninguna obra atesore un mensaje universal, simplemente hay personas a las que les dice algo y otras a las que no. En el caso de Jordan, preferiría hablar mayormente de sensaciones. Creo que esta es una idea a tener en cuenta antes de proceder.

Artículo sobre Larry Jordan en Animation world magazine

Artículo sobre Larry Jordan en Bright Lights Film Jove

Descripción de cada uno de los trabajos de Larry Jordan en Canyon Cinema.

Cabarosse de Larry Jordan en Ubu Films

Vídeos de Maya Deren en Ubu Films

Stan Brakhage en Youtube

Larry Jordan (1 de 5)

Larry Jordan (2 de 5)

Larry Jordan (3 de 5)

Larry Jordan (4 de 5)

martes, 11 de diciembre de 2007

LARRY JORDAN (4 de 5)

La compleja red de araña (II). Autores influyentes y concomitantes:
Joseph Cornell: amigo de Jordan. Escultor, pintor y cineasta norteamericano. Está considerado como una de las figuras más destacadas del surrealismo americano a pesar de que el mismo renegó del movimiento. Reconoce, no obstante, la influencia de Magritte y de Max Ernst en su obra. Debuta en el cine con Rose Hobart (1936). Más tarde, colabora con Stan Brakhage en Gnir rednow (1956) y en Centuries of June (1955). Dirige un total de catorce películas, entre ellas la trilogía surrealista formada por Children's Party (1940), Cotillion (1940) y The midnight party (1940). Por encima de todo, Cornell ha pasado a la historia por sus “cajas” (boxes), creadas a partir de la reunión de una serie no arbitraria de objetos (fotografías, estampas victorianas, recortables, figuras geométricas, etc.) y ensambladas mediante un procedimiento que inspirado en la yuxtaposición irracional de los surrealistas. Un halo de nostalgia, también se ha apuntado, rodea estas cajas, entre las que destaca, por su popularidad, la dedicada a Lauren. Gracias a ellas, está considerado como uno de los anticipadores del pop art y del installation art. Es fácil detectar la influencia, o las coincidencias, de la obra de Cornell en la de Jordan, que editaría un corto con imágenes del artista en pleno proceso creativo, Cornell 1965 (1978). Max Ernst: pintor surrealista nacido en Alemania. Se le atribuye la creación de la novela collage (Collage novels), novelas creadas a partir de ilustraciones de publicaciones ajenas, acompañadas de textos dispuestos de modo que produzcan la ilusión de un relato premeditado, y que algunos se ha apresurado a señalar como un antecedente directo de la novela gráfica. Las novelas collage de Max Ernts como La femme 100 têtes (1929) o Une Semaine de Bonté (1934) ejercieron una influencia decisiva en la obra de Jordan. Jean Cocteau: poeta, dramaturgo, dibujante, novelista, compositor, director de cine.... Una de las figuras más sobresalientes del panorama artístico europeo del siglo XX. Le sang d´un poète (1934), su primer largometraje (surrealista según su autor, rechazado como tal por los propios surrealistas) y primera parte de la Trilogía Órfica, completada por Orfeo (1949) y El testamento de Orfeo (1960), es citada como una de las influencias decisivas de Jordan junto a Cornell y los trabajos de Ernst.
Le sang d´un poéte

Stan Brakhage: amigo de Jordan (fueron compañeros de instituto) y de Cornell. Uno los cineastas experimentales americanos más renombrados junto con Maya Deren. De ellos se suele decir que llevaron el cine a un nuevo status epistemológico. Brakhage realizó más de doscientas películas con un metraje que oscila entre escasos segundos y varias horas de duración. Las películas de Brakhage carecen de trama, de historia en el sentido clásico. El autor se refiere a ellas como "visual music" or "moving visual thinking". Sus preocupaciones se centran en la elaboración de un discurso visual, de tintes poéticos, capaz de alterar la percepción del ojo, entendido aquí como “el ojo de la mente” (the eye of the mind). Un ojo no sujeto a las leyes de percepción humana, liberado, podrá ser capaz de ver el mundo de mil maneras distintas. Las posibilidades abiertas una vez alcanzado el nuevo estadio de percepción visual que sus películas pretenden despertar son infinitas. El propio autor lo explica así en Metaphors on vision (cita extraída del artículo “Stan Brakhge” de Bryan Frye en Senses of cinema): “Imagine an eye unruled by man-made laws of perspective, an eye unprejudiced by compositional logic, and eye which does not respond to the name of everything but which must know each object encountered in life through an adventure of perception. How many colors are there in a field of grass to the crawling baby unaware of 'Green'? How many rainbows can light create for the untutored eye? How aware of variations in heat waves can that eye be? Imagine a world alive with incomprehensible objects and shimmering with an endless variety of movement and innumerable gradations of color. Imagine a world before the 'beginning was the word.”
Window baby water moving
Al igual que Len Lye o McLaren, Brakhage pinta directamente sobre el celuloide. Otras veces, emplea el collage, superpone pequeños objetos sobre aquél, como en Mothlight (1963), en la que incrusta alas de polilla sobre la cinta: El cuerpo humano será objeto de su trilogía de Pittsburg (1971), compuesta de Eyes, Deus Ex y The act of Seeing With One's Own Eyes, considerada esta última por algunos como la obra de terror definitiva, que muestra una autopsia real. Esta “lección de anatomía” remite tímidamente a las ilustraciones médicas que Jordan incluye a veces en su obra. Mientras que el interés de éste es puramente testimonial, de una frialdad académica, en el caso de Brakhage responde a un poderoso impulso vital, como punto final del cuerpo y de la vida misma, que ya se prefigura en el rodaje del parto de su esposa en Window water baby moving (1959) o incluso en Sirius remembered (1959), que muestra el proceso de descomposición del cadáver de un perro. Algunos de sus obras más célebres son Anticipation of the Night (1958), Dog Star Man (1961-64), y los ya citados Mothlight, Window water baby moving y The act of Seeing With One's Own Eyes.
The act of seeing with one´s own eyes
Maya Deren: cineasta fundamental en el panorama del cine de vanguardia americano. Su primer corto, Meshes of the afternoon, marca un antes y un después en este sentido. Su obra estimula e influencia a otros autores contemporáneos como Stan Brakhage. Mientras que éste se afana en derribar las convenciones de la mirada educada en las limitaciones de la fisonomía humana, apelando directamente al ojo humano sin la mediación de ningún tipo de filtro, Deren explora la mirada subjetiva del yo-espectador-protagonista. El desconcierto, la sensación de pérdida, que también opera a otro nivel en la obra de Jordan, del protagonista de Meshes of the afternoon, de At land o de Ritual in transfigured time (1954), es también el del espectador, que sufre igualmente la ausencia de coordenadas con las que orientarse. El espectador deja de equiparase al narrador omnisciente del relato clásico para verse inmerso en una serie de acontecimientos cuyo sentido último se le escapa al verse privado de una visión de conjunto.
Ritual in transfigured time
Señala Brian Frye en su artículo que, a pesar de su repudio hacia el cine surrealista, las películas de Deren emplean una serie de recursos que le son propios: actuaciones un tanto amaneradas, simbolismo (recordemos la terna sueños-freud-surrealismo), iluminación irreal... Sin embargo, hay otros elementos que se apartan notablemente del movimiento europeo: por un lado, una acusada falta de interés por lo lúdico, patente en los trabajos de Duchamp (que actuó en su Witch´s cradle en 1943) o de Fernand Léger; por otro, ausencia total de humor y de auto ironía, como en Buñuel; ciertas maneras que chocan frontalmente con el “manual de estilo” de los surrealistas, a saber, un gusto por el equilibro, un tratamiento respetuoso de lo clásico y una orquestada puesta en escena, que suele tener el ballet como símbolo más evidente, y que alcanza su máxima expresión en la inconclusa The very eye of the night (1958); la maestría en el montaje, demostrada sobradamente en At land o en Ritual in transfigured time, sería otra baza a favor de esta apreciación; por último, Meshes of the afternoon, debe entenderse más como la narración de un sueño que como la simulación del mismo. Se ha puesto un cuidado y un mimo más que evidente para conseguir recrear esta impresión. El resultado es una obra con una vocación narrativa (fragmentada, onírica) mucho mayor que las europeas. El plano final, que revela el juego realidad-ficción, es un golpe de efecto demasiado calculado y un giro argumental impropio del cine de vanguardia, ya que obliga a una revisión de la cinta a la luz de un hecho que revela, no sólo un significado, sino una escritura premeditada. Por último, mientras que Deren eleva los objetos cotidianos (llave, cuchillo, peón..) a una dimensión poética, convirtiéndolos, de este modo, en objetos exóticos, Jordan gusta de usar objetos, imágenes, intencionadamente llamativos y extravagantes, en un entorno igualmente irreal.
At land
Harry Smith: antropólogo, musicólogo, coleccionista obsesivo, pintor, cineasta, estudioso de la alquimia y del ocultismo, Harry Smith es uno de las personalidades más complejas y fascinantes que haya pasado por este mundo de la animación. Comienza pintando directamente sobre el celuloide, y en esto se asemeja a Lye y a McLaren; su Film Nº 5, titulado Homage to Oskar Fischinger, se aproxima al cineasta alemán; en Film Nº 10: mirrors animations (1956) recurre al collage, al igual que Jordan, pero será en su Film Nº 12: the magic feature, más conocido como Heaven and Earth magic (1962), realizado con esta misma técnica, cuando más próximas estén las obras de ambos.
Mirrors animations
El visionado de Heaven and Earth magic ayuda a entender mejor la obra de Jordan. En ella, Smith combina el collage con la animación tradicional. Los primeros segundos son simplemente sobrecogedores: sobre un fondo vacío, invariablemente negro (y aquí estriba la primera diferencia con Jordan, exceptuando Carabosse, no hay un fondo inamovible, intocable y lejano; en Smith todos los elementos coexisten en un mismo plano de realidad), los aullidos de un lobo inundan la pantalla mientras una serie de imágenes crípticas (sarcófagos y gatos) desfilan ante nosotros. Después de unos segundos los aullidos cesan y son sustituidos por los gemidos de dolor de otro animal y, más tarde, por los gritos de una mujer (segunda gran diferencia con Jordan, el uso del sonido, que en su caso se limita al acompañamiento musical de alguna pieza clásica a modo de banda sonora, exceptuando Our lady of the spheres y, de un modo distinto, en Sophie´s place).
Heaven and Earth magic
Tal vez la gran diferencia entre el largometraje de Smith y las películas de Jordan estribe en la forma en que los personajes son agentes y pacientes de la acción. En Jordan predomina la atmósfera onírica, casi desde el principio tenemos la impresión de estar en un sueño, y el sentimiento de irrealidad es verdaderamente profundo. Una pesada languidez se apodera del espectador y le hace sentir en todo momento que está a salvo en un lugar cálido y seguro, disfrutando de un sueño placentero. Así escribe Jordan sobre Gymnopedies: “Such a portrait seems necessary from time to time to remind us that equilibrium and harmony are possible, and that we will not dissolve into a jelly if we allow ourselves to relax into them”. A todo esto contribuye una música elegante y nostálgica, monótona a veces, y los personajes, cuyas acciones no tienen consecuencias físicas palpables sobre sus congéneres. Mutan su aspecto, aparecen y desparecen de la pantalla como por arte de magia, gracias al montaje abrupto del que ya se ha hablado, como si de una película muda, de ritmo adormecido, se tratara. En Smith es diferente. Los personajes irradian una presencia material, una corporeidad que destierra cualquier sensación de irrealidad. No hay un paisaje de fondo que enmarque la acción. Los personajes se desenvuelven sobre un tapiz de terciopelo negro, como si fueran cartas dispuestas para un truco de magia. No desaparecen de súbito, no levitan, están sujetos a las leyes de la gravedad. Sus cuerpos pesan, acusan la fuerza de la gravedad, y su fisonomía se altera como consecuencia de la acción directa de otros agentes. De nuevo Jordan sobre Gymnopedies: “The theme is Weightlessness. Objects and characters are cut loose from habitual meanings, also from tensions and gravitational limitations”. Todo el proceso de descomposición, de mutación y de reconstrucción, se despliega ante nuestros ojos en toda su crudeza. A veces, las figuras se agrupan en estudiadas composiciones de carácter simbólico (de nuevo la alquimia y el arte gráfico simbólico). Se repite en ambos, no obstante, los elementos recurrentes como signos de coherencia velada, algo recurrente en los discursos de narración distraída, ya se trate de animación o de imagen real. Sergei Eisenstein: figurada más reputada del cine de vanguardia soviético. Intelectual, hombre de vasta cultura y uno de los más notables cineastas-teóricos de todos los tiempos. La concepción del montaje de estos nuevos cineastas influyó de forma decisiva en los primeros trabajos de Jordan. Su huella aún se deja notar en la celebrada Our lady of the spheres.
Octubre (1928)
George Méliès: el verdadero “mago del cine”. El ilusionista del celuloide por antonomasia. Algunas de las imágenes que compuso para sus películas han alcanzado la categoría de icono cinematográfico. La conexión con la ciencia ficción del XIX y con Verne en particular se hace patente, no sólo en la naturaleza de algunos de sus historias, sino también en la estética deudora de las ilustraciones de la ficción decimonónica.
Le voyage dans la lune (1902)
Gustave Doré: el más afamado ilustrador de textos literarios. Enriqueció los trabajos de Balzac, Milton, Tensión, Poe o Dante entre otros muchos. Más allá de los destellos de su obra en las películas de Jordan, éste usaría sus ilustraciones de Rime of the ancient mariner de Coleridge para crear un corto homónimo y de Idylls of the king de Tennyson para su Enid´s idyll (2004) .
Ydills of the king
Julio Verne: sus obras disfrutaron de una soberbia nómina de ilustradores, entre los que destacan Leon Bennet, George Roux (en cuyo trabajo se inspiró Zeman para su versión de la novela Face au Drapeau del escritor francés) y Alphonse de Neuville.
Ilustración de George Roux
Karel Zeman: el “nuevo Meliés”, el gran nombre de la animación checa junto a Jiri Trnka y uno de los grandes de la animación de Europa del Este. Zeman revivió las historias de Julio Verne en Vynnález zkazy (1958) y, basándose en los grabados de Doré, dirigió su propia versión de la novela de Gottfried Bürger, El Barón Munchhaüsen, en Baron Prásil (1961). El cineasta checo fue capaz de plasmar como pocos la imaginería fantacientífica del siglo XIX, de la que Jordan se hará eco más tarde.
Vynález zkázy (K. Zeman, 1958)
Jan Lenica: recurre al collage tanto en sus trabajos con Waleryan Borowczyk (Dom, 1958) como en sus obras en solitario. Su Labirynth (1962) es una pequeña obra maestra. Las coincidencias se limitan a la técnica empleada, ya que la forma de acometer la historia es totalmente opuesta. Si bien en el corto de Lenica se respira ese tono onírico, la historia es perfectamente entendible en términos de narración lineal provista de presentación, nudo y desenlace.
Andreas Vesalius/ André Vesalio: médico belga del siglo XVI, célebre por sus descubrimientos en el campo de la anatomía. Autor de Siete libros sobre la estructura del cuerpo humano (1543).

Larry Jordan (1 de 5)

Larry Jordan (2 de 5)

Larry Jordan (3 de 5)

LARRY JORDAN (3 de 5)

Geometría: formas puras y monocromas que pueblan el universo onírico creado por Jordan, y que se relacionan indiscriminadamente con otras menos sublimes y perfectas.
Globos: remiten a Verne, a sus ilustradores, a Zeman y la relatos de ciencia ficción y de aventuras decimonónicos. Se elevan, como los objetos con alas, como las aves y las mariposas que pueblan los poemas visuales de Jordan, y escapan de lo terrenal en dirección al mundo astral, al hogar de los sueños. Protagonistas en Sophie´s place.
Arriba: ilustración de Leon Bennet
Arriba: Baron Pasil (Karel Zeman, 1960)
Arriba: Tilly Losch (Cornell, 1935)
Grabado: fuente inagotable de imágenes. Jordan los coleccionaba de metal, como los de Charles Heath, pionero en este campo.
Hagia Sofía: uno de los escenarios recurrentes en Sophie´s place. Un guiño al título del largometraje, lugar de culto y diapasón místico, que contrasta con las referencias científicas y se complementa con las imágenes esotéricas.
Ilustración: dominio expresivo de Doré. Punto de partida de muchas de sus obras.
Ilustración de Doré para la Historia de las cruzadas
Magia: cinematográfica, a través del montaje. Remite al pasado, a la ilusión óptica (el cine lo es) de Méliès, al mundo del espectáculo y a los sueños. Ver su pantomima titulada Hildur and the magician (1969).
Arriba: Un homme de tetes (G. Mèliés, 1989)
Mano: apéndice descomunal que irrumpe en escena y actúa con resolución y eficacia con consecuencias imprevisibles, como si de un deus ex machina se tratara. Presente en la obra de Ernst, elemento fetiche de los surrealistas desde Un chien andalou (1928) y fundamental en Meshes of the afternoon, que bebe directamente de estos.
Arriba: Oedipus rex (M. Ernst, 1922)
Mariposa: variante del ave, más delicada, meliflua y mélica; exclusiva de Jordan.
Médicas (ilustraciones): entre otras cosas, Larry Jordan colecciona libros de ilustraciones médicas. Contrapone la perfección de la formas ondulantes de las ilustraciones anatómicas (clásicas, por supuesto, las de Andreas Vesalius) con la rigidez de las figuras geométricas (curva vs recta, algo ya visto en 2001: a space odissey, 1968). Un doble guiño al academicismo.
Ilustración de Andreas Vesalius
Música: la de Eric Satie en Carabosse, Moonlight sonata y en Gymnopedies. Otras serán Mahler, Albinoni o Vivaldi. Melódica, armónica, clásica y adormecedora. Consolida en buena medida la atmósfera nocturna, el umbral de los sueños.
Nostalgia: la noche, la música, las imágenes de tiempos pretéritos. La obra de Jordan nace como una proyección hacia el pasado, una mirada nostálgica e ingenua a un universo enigmático e irrecuperable que revive momentáneamente a través de los sueños.
Objeto: verdaderos protagonistas de las películas de Jordan, ya que narran la vida animada de los objetos (una de las claves del cine de Svankmajer, surrealista confeso). Ya el surrealismo les presta especial atención tanto por su funcionalidad como símbolos y fetiches como por sus posibilidades como portadores de connotaciones sexuales. Bajo la batuta de Jordan, los objetos actúan como seres vivos y los humanos como objetos inertes.
Paisaje: al igual que Deren en Ritual in transfigured time, Jordan combina los espacios anacrónicos. Castillos y palacios artúricos se alternan con jardines, catedrales, ciudades, edificios victorianos, bosques y viejos laboratorios. La correspondencia temporal brilla por su ausencia, alimentando la atmósfera onírica y enriqueciendo el sentimiento de nostalgia de tiempos pasados. Jordan afirma: "The imagery in my animated films has always concerned unknown continents and landscapes of the mind."
Arriba: Ritual in transfigured time
Rostro: inexpresivos, acartonados y deshumanizados, al contrario que los objetos. Tarot: la iconografía onírica de esta baraja tan preciada para Jung se deja vislumbrar en ocasiones. Victoriana (época): fuente inagotable de imágenes que también atrajo a Cornell. Su arquitectura, su moda, sus grabados, sus juguetes, su ciencia, su arte. Un periodo cautivador.