domingo, 25 de marzo de 2012

WOFL 2106 (David O´Reilly, 2006)




Gracias a los amigos de N+2 he descubierto el trabajo de David O´Reilly. El punto de partida fue este delicioso Wofl 2016 y de ahí pasé al resto de su filmografía (posterior).

O´Reilly se mueve en el ámbito de la animación por ordenador. A menudo usa un estilo retro y sencillo, casi simplón, con no pocas referencias al mundo del videojuego, a la cultura televisiva y a la niponofilia. Es por esto, y también por su aficción a las vísceras, a la gamberrada y al humor negro, que en parte me ha recordado bastante a Paul Robertson. Sin embargo, las similitudes terminan aquí. O´Reilly es un autor mucho más personal, casi hermético (todo depende del protagonismo que se le conceda a la premeditación en este tipo de trabajos). En Octocat Adventures y en  Black Lake coquetea con el metalenguaje. El primero comienza como una mamarrachada 2D y da el salto al 3D con un broche épico, 100% arcade. El segundo consiste en una secuencia hipnótica donde se nos muestra las tripas de la animación vectorial reducida a su esencia; minimalismo reductor y salvaje. Muy chill out.


Fotograma de Hell. 


Las bizarradas continuan con Hell, una pieza breve pero inolvidablemente bizarra, que ya apunta a Wolf 2106, y Story of Genki, otra broma inclasificable.

Please say something y The external world son sus dos trabajos más conocidos, más premiados y tambien los más logrados. El primero es una extraña historia de amor entre un ratón y un gato que ha sido objeto de reseña en más de una página especializada. De ritmo brusco y sincopado, esconde bajo su apariencia cómica y desenfadada una visión amarga de las relaciones de pareja, apuntalada aquí por un hábil uso de la paleta de colores. En una palabra: tragicómica. The external world es harina de otro costal. Rebosante de colores chillones, consiste en una sucesión de cuadros/historias, que se mezclan, alternan, cruzan y, finalmente, convergen en una velada musical. Llena de personajes a cual más pintoresco y absurdo, regala momentos inolvidables de sexo perverso, humor negro y violencia gratuita. Phil Mulloy o Bill Plymptom son algunos de los nombres que vinieron a mí mientras la veía.  

 The external world.

Y llegamos así a Wofl 2106, que ha merecido mi atención porque me ha recordado bastante a Devil Eyes de Paul Robertson. El corto de O´Reilly es mucho más breve, pero también mucho más marciano. Menos intenso, pero más fácil de digerir. Menos crudo, pero más poético. Menos solemne, pero más llevadero. Los primeros segundos son realmente hermosos; de lo que viene después, que cada cual saque su conclusión. Tres minutos escasos: