viernes, 9 de octubre de 2009

9

Originalmente, 9 fue un corto de 11 minutos dirigido por Shane Acker en 2005. Al contratrio que la mayoría de los cortometrajes de animación, que suelen desarrollar historias autoconclusivas bastante cerradas, meras anécdotas la mayoría de las veces, 9 contaba con un trasfondo épico bastante goloso, que invitaba al espectador a especular sobre el origen del mundo postapocalíptico que desplegaba; era evidente que allí había mucho que contar. Esta fue probablemente una de las razones por las que Tim Burton se fijó en él. La otra, es más que probable, tiene que ver con esa estética de fábula siniestra, no muy lejos de lo ya visto en Pesadilla antes de navidad y, por ende, en todo el imaginario del director de Eduardo Manostijeras. Visto el largometraje, resulta evidente que estamos ante una obra que presume de músculo y carece de seso. En otras palabras, se ha hecho énfasis en el fantástico diseño de producción y en la animación, sembrada de vibrantes escenas de acción, en detrimento del guión, tal vez lo menos importante en un cortometraje de animación, pero sin duda lo más importante en un largo. Hay un comienzo in media res que sólo hallará continuidad y la pertinente explicación casi al final. Después pasamos a un brevísimo desarrollo y presentación de los personajes y de la trama, el nudo (presentación-nudo-desenlace) propiamente dicho, parte tan importante o más que las otras dos, pero que aquí es ventilada en escasos minutos, como si no fuera importante, como si la coherencia, la verosimilitud y la consistencia de la historia fueran poca cosa, y de ahí, una vez hechas las presentaciones, se pasa al tortazo limpio, esto es, monstruo-persecución-tensión-falso final-más monstruo-más persecución... Todo de corrido , casi sin respirar; es como terminar una historia de aventuras con una lucha final, sólo que aquí la lucha ocupa el sesenta por ciento del metraje; algo así como el final infinito de Steamboy o la persecución interminable de Apocalipto, películas que nunca "terminan de terminar". Las posibilidadades argumentales de aquel corto titulado 9 del 2005 eran grandes pero, visto el resultado, uno no puede evitar la impresión de que se ha tirado todo por la borda y de que el concepto podría haber dado muchísimo más de sí. Un mérito hay que reconocerle a 9, y es el haber introducido la épica y el drama (sobre todo el segundo) en el panorama mainstream de la animación americana, que comienza a saturarnos con sus continuas reinterpretaciones de la comedia. Con todo, una peli entretenida. Merece la pena.