martes, 29 de septiembre de 2009

CHAINSAW MAID

Chainsaw maid es potente como un gulash en pleno invierno húngaro y fuerte como un bruto mecánico del Dr. Infierno. Chainsaw es plastilina pura y dura en su expresión más puerca, garbancera y erótico-festiva. Es trash, exploitation, serie B y zombis, todo en uno; lástima que no haya también karatekas, porque los monstruos ya los tiene (así que me temo que se queda un peldaño por debajo de Kárate a muerte en Torremolinos en su condición de film-total –vamos, como la novela-total: Ulises, El Quijote, El hombre sin atributos…-). El corto de Takena Nagao es un verdadero festín para los amantes de las vísceras y de la quincalla herrumbrosa y lacerante, del chiscate sanguinolento y de las salpicaduras de rosso profondo –léase “sangre”- a la velocidad punta de cien aspersores de piscina de urbanización acomodada. Chainsaw maid se alimenta de ínclitos y egregios como la trilogía Evildead, el cine de Peter Jackson o del infame Lucio Fulci y remite, además, directamente a la obra de Bruce Bickford. Olviden a Margaret “Teacher”, la verdadera dama de hierro es esta doncella de plastilina que, motosierra en ristre (y de ahí Evildead o La matanza de Texas), se abre paso entre muertos vivientes a base de serrar extremidades, hender cráneos y horadar plexos (y aquí Braindead), no sin antes habernos “regalado” una escena a medio camino entre el porno caca y el torture porn en la que una señorita muy remilgada llora sangre y expulsa el paquete intestinal enterito, vía oral, sobre la mesa del comedor (igualito igualito que otra dentro de un coche en La ciudad de los muertos vivientes de Fulci).

Chainsaw maid está hecho con cuatro duros (y de ahí el encanto de su tufillo de cutre-film) y muy muy poca vergüenza (cero patatero), y se desarrolla, crece y explota (en los morros) en medio de una excelente selección y administración de efectos sonoros, melodías y acordes propios de la O.S.T. del porno caspa, la psicodelia y el cine exploitation; y caso de que los méritos enumerados le pareciesen de escaso valor a algún mindundi y demás piltrafillas, el cortometraje luce un montaje arrollador que triunfa allí donde H.P. Lovecraft no Dunwich se cae por un barranco: zooms, patadas sin piedad a la cámara, (des)encuadres hiper-movidos, montaje de pulso nervioso… Todo ello ejecutado con más gracia que la feria de Abril de Sevilla y los carnavales de Cádiz juntos (¡Ole ahí!).

Pues eso, cien por cien recomendado para los que gusten mezclar la sangre y las palomitas a partes iguales (auténtico “cine con nocilla”, como diría un respetable padre de familia -¿numerosa?; el tiempo lo dirá…-). Aquí visionado y/o descarga.

NOS VAMOS A SITGES

El pasado fue Angouleme y el futuro, dios, la fortuna y el dinero mediante, el teatro de marionetas de Salzburgo. Pero el presente y lo que toca ahora es Sitges 2009. Esperantoapaulpot se va al festival de cine más bendito del mundo. Sí, nos vamos a ver mucha animación, lo último de Jiri Barta y de Adam Elliot, de Rin Taro y del estudio I.G., Metropia, un buen puñado de cortometrajes y puede que también Brendan et le secret des Kells. Pero, no nos engañemos, nadie va a Sitges para ver arte y ensayo (para eso está San Sebastián): habrá sangre y vísceras, monstruos, platillos volantes y japoneses locos armados con escalpelos y katanas y, entre toda este marasmo, es probable que un par de buenas películas. Se informará/ reseñará sobre el terreno, cual corresponsal de guerra, siempre y cuando el apoyo logístico lo permita; de no ser así, habrá que esperar a la vuelta al hogar. Allá vamos.