
viernes, 11 de mayo de 2007
LANZAMIENTOS: FAUSTO, HAIR HIGH Y PIOTR KAMLER

lunes, 30 de abril de 2007
LA MEDIDA EXACTA DE LA ANIMACIÓN
miércoles, 28 de marzo de 2007
ESTRENOS, AZUR Y ASMAR Y SHIGERU SUGIURA
Destacar el estreno hace unas semanas en nuestras pantallas de Azur y Asmar, la última película de Michel Ocelot, más conocido por estos lares por su Kirikú y la bruja. Después de verla, no me cabe la menor duda de que estamos ante uno de los mejores largometrajes europeos de los últimos años (cosa, por otra parte, no demasiado difícil) y uno de los más hermosos de la historia de la animación. Vayan a verla si tienen en estima Die Abenteuer des Prinzen Achmed, Paradise de Ishu Patel o 1001 Noch de Karel Zeman. Vayan a verla por que sí, por que les mola una tía, o simplemente para ahorrarse trescientos euros, o porque sospechan, como yo, que Tarantino ha escrito el anuncio de la campaña de la Dirección General de Tráfico.

La edición de Doron Chimibaru me lleva a formular una doble afirmación: por un lado, los clásicos del manga comienzan a hacerse un hueco en occidente poco a poco; en realidad es un lento proceso que viene desarrollándose con cuenta gotas en los últimos años y que tiene como máximo exponente la obra de Tezuka. Por otro lado, Francia se encuentra a la cabeza de edición de clásicos en Occidente; y el margen es amplísimo. Fueron los primeros en editar una serie del maestro del terror Kazuo Umezu: Hyouryuu kyoushitsu (lo primero de Umezu en Occidente fue el tomo final (¿?) de Orochi, editado por Viz), los primeros y únicos en editar una novela gráfica de Yoshigaru Tsuge: Muno no Hito (L´homme sans talent), del que ya se habían editado algunas historias cortas en Raw y The Comics Journal; los primeros en editar una serie de Kazuichi Hanawa (del que ya había una novela gráfica en italiano y del que podemos encontrar En la prisión en español y un par de historias cortas publicadas en América), pioneros aún en editar a Shigeru Mizuki y su Kitaro, además de otras de sus obras. A estos, añadir obras de Leiji Matsumoto (Galaxy Express, la original de 17 tomos, y no la decepcionante continuación que editó Viz), Tatsumi, Taniguchi (de estos dos estamos bien surtidos en nuestro país) o Taiyou Matsumoto, de quien aún no se ha visto nada por aquí. Por si esto fuera poco, recomiendo entrar en la página francesa de Amazon, seleccionar Livres en francais (o algo así, me perdonen los francófonos), escribir Osamu Tezuka y... echarse a llorar. Se me ocurren varios motivos para la ausencia de estos autores en nuestro mercado, uno podría ser el desconocimiento por parte de los editores (aunque la mayoría tienen un ojo puesto en Francia, especialmente Ponent Mon), el otro es el cuestionamiento de su éxito comercial. De todos modos, hay cosas que venden bastante bien, el terror, desde luego: queremos más Hino, Junji Ito y Umezu, que tendría un hueco en nuestro mercado casi seguro; después está el erotismo, España es el país occidental que cuenta con el mayor número de obras editadas de Suehiro Maruo (nueve, si las cuentas no me fallan), ¿a qué esperan entonces para traer a Shintaro Kago, o a Jun Hayami, o el Domestic Yapoo de Shotaro Ishi(no)mori?
martes, 27 de marzo de 2007

viernes, 16 de febrero de 2007
PANNONIA FILM

Rastreando las direcciones y los sellos de las distribuidoras que aparecían en las carátulas de los dvd´s y buscando, de paso, algo de información sobre animación húngara, de la que, francamente, no sabía mucho, me topé con la página de Pannonia Film, probablemente el estudio de animación más importante de Hungría. En su web, se puede encontrar bastante información sobre el estudio, desde su historia hasta sus producciones (a destacar, como dato curioso, Les Maitres du Temps, de René Laloux), pasando por su palmarés o su excelente nómina de directores, de los cuales los más conocidos tal vez puedan ser Marcell Jankovics y Attila Dargay; de este último tenemos Vuk, uno de sus largometrajes, editado en nuestro país, qué nadie me pregunte porqué. Nada, aquí lo tienen todo, que ustedes lo disfruten: Pannonia Film.
BOLEK A LOLEK, se pasearon por varias cadenas locales españolas:
FRAKK, FÖ A KÉNYELEM:
FEHÉRLÓFIA:
MACSKAFOGÓ:
MAGYAR NÉPMÉSEK:
MONDÁK A MAGYAR:
SÜSÜ A SÁRKÁNY:
VLADIMÍR JIRÁNEK:
JÁNOS VITÉZ:
Sí, a mí también me recuerda a Yellow Submarine:
Y una rareza, una coproducción indo-japonesa (¿?), RAMAYANA LEYENDA O PRINCI RAMIVI:
ESTRENOS Y LANZAMIENTOS

miércoles, 10 de enero de 2007
LE ROI ET L´OISEAU

Desde un principio, la intención de Paul Grimault iba mucho más allá de hacer una simple película, pretendía crear una obra de arte que perdurase en el tiempo y fuera admirada por todos. Lo cierto es que resulta bastante difícil encontrar un largometraje de animación con un planteamiento tan audaz y tan acertado como Le roi et l´oiseau . Lo primero que sorprende a los menos avezados es el contraste, no demasiado evidente en un principio, entre la envoltura clásica del film y la frescura y el atrevimiento de su desarrollo. Su modernidad no sólo radica en su tema central (al fin y al cabo, estamos ante una parodia del poder y de la tiranía), sino en una rara conjunción de elementos que funcionan a diferentes niveles y que articulan el singular armazón de esta obra. En primer lugar, la arquitectura: el reino de “Taquicardia” está edificado sobre una compleja amalgama de estilos arquitectónicos: la acción se sucede a lo largo y ancho de escalinatas, fosos, pasillos, torreones, canales, salas, puentes...

Me gustaría dedicar unas líneas a los personajes. Empecemos por el diseño, por un lado tenemos a la pastorcilla y el deshollinador, que lucen un aspecto estilizado y hermoso, realista (hay que tener mucho cuidado con esa palabra en ese contexto); después tenemos a los esbirros, al pájaro y, por ende, al resto de los animales que aparecen, que presentan un aspecto más cómico, caricaturesco, en la línea del cartoon clásico americano, y que contrastan fuertemente con los primeros (aunque en realidad esto no sea nada nuevo, es una constante en la animación: Los viajes de Gulliver, Blancanieves, Fantasía... y casi toda obra de ficción tragicómica, sería fácil encontrar un referente en nuestro teatro clásico en la pareja formada por el héroe y su acompañante, el contrapunto de todo lo que aquél representa). Por último, el rey y algunos otros personajes como el músico, aún siendo su aspecto cómico, es imposible no reparar en el hecho de que el grado de definición y de detalle de sus rostros es superior al de los demás, hasta el punto de hacer pensar en una hipotética caricatura de un personaje real (¿?). En cuanto al peso que cada uno tiene en la historia, lo cierto es que tanto la pastorcilla como el deshollinador son personajes más bien huecos, planos, que pasean su bello envoltorio a lo largo y ancho de todo el reino cual liebres (en una carrera de atletismo, sentiende); su papel no es otro que el de ser los desencadenantes de la acción, los perseguidos. Sus perseguidores, los policías, no entran dentro de la categoría de personaje, no al menos a título individual, sería fácil decir que todos son una misma persona, o que todos representan una mismo concepto: los mecanismos de represión y/ o contención del poder, numerosos y variados, como ellos mismos: los hay que corren, que pilotan vehículos, que se camuflan en las paredes, o incluso que pueden volar con alas de murciélago. Respecto al pájaro (¿un cuervo hormonado?) que da título a la película, haces las veces de narrador al inicio y es el protagonista encubierto junto con el rey; no sólo es el único que se burla y desafía continuamente la autoridad de éste, sino que además proporciona la huida a la pareja, le salva la vida al deshollinador en el foso de los leones y destruye el palacio real al mando del robot; todo una crack. Del rey ya se ha hablado sobradamente, su figura es ridícula: su expresión, sus ademanes, su manera de caminar, de hablar, su rebuscada solemnidad... Rodeado siempre de aduladores que ignoran sus defectos e inventan sus virtudes, todo ello en un mundo que gira en torno a él, hecho su medida, a su imagen y semejanza, una caricatura a la altura de El gran dictador.

No me gustaría terminar la reseña sin dejar de comentar algo. He aludido en un par de ocasiones a la conexión Grimault-Miyazaki, y la verdad es que el comentario no es gratuito. Hay quien ha señalado que el robot que aparece en la película bien podría ser un antecedente de los de Lapüta, y que el castillo del rey guarda bastante semejanzas con el que aparece en El castillo de Cagliostro, a lo que yo añadiría que también se pueden encontrar algunas reminiscencias arquitectónicas en El gato con botas (en la que participó Miyazaki) y El lago de los cisnes, ambas de la Toei. Lo cierto es que el cine de animación de los cincuenta es la principal influencia de Miyazaki. Hay quien concreta más y nombra Hakuja den (1958), primer largo de animación a color de Japón, cortesía de Toei, y La reina de las nieves (1957) (rusa, dirigida por Lev Amatov) como los dos títulos que más le marcaron. En una entrevista publicada en el catálogo del I Salón del manga, del anime y del videojuego (1995, por si alguien no se acuerda), Miyazaki nombra La reina de las nieves y, junto a ella, La bergère et le ramoneur, cuyo autor también trae a colación ("Paul Grimoor" en la transcripción, fallo lógico, el traductor no conocía al cineasta francés y Miyazaki lo pronunciaría a la japonesa: “Grimoru”). Lógicamente, nuestro nipón favorito vio la versión de los cincuenta, la original y, por tanto, la más floja. Además, por si quedaba alguna duda, en la carátula de la edición francesa de Le roi et l´oiseau ya se encargan de señalar que ha influido en Miyazaki; blanco y en botella.