Se trata de un cortometraje producido por Comix Wave, una productora con querencia por la cifi, no en vano son los responsables de los primeros trabajos de Makoto Shinkai (Voices from a distant star, The place promised in our early days, y 5cm per second). Sinteticemos: un samurai al borde de la muerte, formula un ultimo deseo para su proxima vida: reencarnarse en un cuerpo indestructible. El destino le depara un sorpresa: nuestro valiente guerrero vuelve a la vida en forma de maquina expendedora de cafe (lo juro).
Comienza con visos de chambara, vira hacia el wuxia, y se mezcla con la comedia romantica, con tintes surrealistas y una cierta nostalgia. Exhibe, enarbola, un sentido del humor bastante particular, pero en absoluto desdeñable (todo lo contrario).
Deja un dulce sabor en las papilas, y la impresion de haber disfrutado, a pesar de lo inusual de la propuesta, justo como el estupendo y atipico Wolf Daddy, del mismo director.
Recomendable, entrañable.
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